LA INTRODUCCIÓN DE ESPECIES EXÓTICAS.

Una forma de modificación del entorno natural muchas veces no comprendida en profundidad pero causante del retroceso de numerosas especies autóctonas es la introducción accidental o voluntaria de plantas y animales exóticos o foráneos que se asilvestran y muchas veces al hallarse libres de sus controles naturales en un hábitat apropiado terminan convirtiéndose en un serio problema para los cultivos, la ganadería y otras actividades humanas.
Basta tomar cualquier catálogo de la flora argentina para advertir que una alta proporción de plantas silvestres es de origen foráneo. Muchas veces escapadas de cultivos o forestaciones, o incluso de jardines o cercos, o bien introducidas involuntariamente desde el hemisferio norte mezcladas con semillas de plantas útiles que se intentaba cultivar en el país. En la llanura pampeana existen numerosas hierbas o malezas exóticas, como los famosos cardos, a los que cantaran incluso poetas o folkloristas como un elemento característico de la gran llanura, que desalojan a muchas hierbas autóctonas. En este proceso no poco ayuda el pastoreo selectivo del ganado que consume unas especies o desdeña otras. Otros casos de especies vegetales asilvestradas relevantes por su implicancia conservacionista son el del ligustro (Ligustrum lucidum) y la ligustrina (Ligustrum sinense) que junto con la madreselva (Lonicera japonica) y las zarzamoras (Rubus spp.) han invadido amplios sectores del delta del Paraná y los talares y selvas del nordeste bonaerense. El paraíso (Melia azedarach) oriundo de China, en varias localidades se comporta como invasor desalojando a muchos árboles de la selva marginal y el espinal. La uvenia (Hovenia dulcis) también de origen asiático se ha propagado por la selva misionera, al igual que los naranjos amargos o apepúes (Citrus aurantium), ayudada por los pájaros y otros animales que consumen su fruta. En los bosques del sur varias malezas se han aquerenciado pero tal vez una se destaque por su fama y poder colonizador: la rosa mosqueta (Rosa moschata).

Entre los invertebrados son muchas las especies introducidas, mayormente en forma involuntaria como la abeja africana (Apis mellifera adansonii) que escapada de Brasil, y asilvestrada, ya ha ocasionado algunas muertes en el país dado su carácter agresivo y la avispa "chaqueta amarilla" (Vespula germánica) de hábitos carnívoros que está invadiendo el país en la zona de los bosques subantárticos procedente de Chile adonde fue llevada a su vez por colonos europeos.
Los vertebrados constituyen el caso más conocido y al que nos vamos a referir en forma suscinta ya que el autor está preparando un trabajo particular sobre dicho tema ("La fauna gringa", en preparación) y volvería demasiado extenso su tratamiento en profundidad dado el volumen de información reunida. Para los interesados en mayores detalles sobre esta temática recomendamos la lectura de los valiosos trabajos de Daciuk (1978, An. Pques. Nacion. XIV: 96-130) y Navas (1987, Rev. Mus.Arg. Cs. Natur. "B.Rivadavia", Zool., XIV (2): 7-38).
Los motivos de estas introducciones son diversos, uno de los principales fue el cinegético, ya que muchos cazadores entendían que la fauna autóctona no estaba a la altura de sus pares del viejo mundo y debía en consecuencia ser "reforzada" o "enriquecida" con la incorporación de nuevas especies. Así aparecen los ciervos exóticos, el jabalí europeo, el antílope negro, la liebre europea, los faisanes, etc. Algo similar ocurrió con la pesca y la consecuente suelta de salmónidos. Motivos peleteros fueron los que primaron en la introducción del castor y la rata almizclera, y en menor medida del visón, agresivo carnívoro que era criado en jaulas y que en apariencia por descuidos involuntarios logró escapar y se convirtió en un flagelo para numerosas especies.

Entre las introducciones involuntarias figuran las ratas exóticas, que en algunas islas exterminaron especies enteras y que arribaron al país como polizontes en los barcos; las que nos llegaron desde Chile como la codorniz de California y el conejo (aunque este último fue propagado en la zona de Ushuaia con ayuda oficial) y los únicos dos reptiles introducidos en el país.


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